japoneses recogiendo arroz

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domingo, 14 de diciembre de 2014

ISLA CHIRA

La Isla Chira es una de las más grandes islas que posee Costa Rica, ubicada en el Golfo de Nicoya, con una extensión de 43 kilómetros cuadrados (Morales & Chaves, 2012), y pertenece a la provincia de Puntarenas.  Posee una población de 3000 individuos, aproximadamente. Posee una vegetación extraordinaria, con presencia de bosque tropical seco, asimismo la presencia de hermosos manglares.
Su historia se remonta desde tiempos precolombinos, los primeros que llegaron fueron de zonas costeras de Honduras, Nicaragua, Panamá, Colombia y Venezuela. Existe evidencia de cerámica que se encuentra en la Isla como cántaros de pájaros, loza de platos, muy bien labradas y demás vasijas de arcilla, entre otros hallazgos, como flechas, semillas tales como el cacao, maíz; además. Todos los trabajos hechos en arcilla son producto de la industria alfarera, los trabajos en arcilla y cerámica poseen diversos colores, como rojo, verde; que ha hecho de los actuales pobladores una práctica y precisión en la manufactura que pone de manifiesto la herencia de los alfareros precolombinos (Alfaro, s/f).
Se cree que los antiguos habitantes de la Isla Chira tuvieron un parentesco con los aborígenes corobicíes, quienes fueron desplazados por los chorotegas al asentarse en la zona de Guanacaste. Su conquista se debe a las expediciones llevadas a cabo por los tenientes Juan de Castañeda y Hernán Ponce de Léon, quienes provenían de Panamá en 1519, quienes llegaron a la península de Nicoya. Quien tomó posesión de la Isla Chira fue Pedrarias Dávila, en 1526. Cabe señalar, que se practicaba el comercio de esclavos indígenas, además, la Isla Chira ha de ser un punto clave para rutas comerciales  (Mata, 2002).
Hoy día, la población que habita la Isla Chira, subsiste de la pesca, pues poseen escasas fuentes de empleo. Las actividades presentes en la Isla Chira son el turismo comunitario, donde se puede practicar la pesca artesanal, después de todo, la presencia de una vida sencilla ayuda a las personas a sentirse mejor en éstas zonas. Actividades que surgen de grupos de mujeres organizadas para que el turista logre conocer los manglares, anidación de aves, y practicar las tareas tradicionales. Estas mujeres organizadas lo hacen con el propósito de sustentar a sus familias. La Asociación Eco-turística Damas de Chira, son quienes trabajan para la conservación de la fauna y flora de la Isla, además combaten problemas ambientales, como la incendios forestales y la grave contaminación por el inadecuado manejo de los residuos sólidos. Estas mujeres arrancan el proyecto en 2002, con la intención de promover el turismo rural, este proyecto ha generado impactos positivos en el aspecto socioeconómico. Instituciones públicas, como el MINAET, el MAG, IMAS y la Universidad Nacional, han brindado apoyo para el impulso de programas que favorecen el desarrollo del turismo rural, ofreciendo capacitaciones y financiamiento que sirven para una manifestación de consciencia con el fin de preservar el medio ambiente y para ayudar al desarrollo de infraestructura que permita el crecimiento económico y cultural de la población (Damas de Chira. Consolidación del turismo rural comunitario en la Isla de Chira).
Existe un problema que surge como consecuencia de vivir en una zona marítima, se trata sobre la legitimidad de las tierras y, por consiguiente, que se realice alguna actividad en la zona. A luz de este problema, se crea un plan regulador para la Isla Chira, proceso que se realiza en 2008 para mejorar la calidad de vida de los pobladores de la zona. Como anteriormente se planteó, la isla ha estado ocupada desde la colonización, esto ha provocado que el 90% de las tierras pertenezcan a un 10% de la población, lo que implica que pocas tierras sean legitimadas para los pobladores de la Isla (Morales & Chaves, 2012). Se pretendió, con el Plan Regulador, brindar una cantidad justa para que los pobladores logren desarrollar ciertas actividades económicas, pero esto generó un conflicto con los terratenientes. Además, la actividad pesquera estaba limitada por la escases de recurso en el Golfo de Nicoya, lo cual, se incorporó como una actividad turística, ocasionando malestar en la población. Surgen áreas exclusivas para la pesca, y con base a esto, se crea el Área Marina de Pesca Responsable, por lo tanto, cualquier pescador debe acogerse a la regulación. Con esto, se pretende que en el área de pesca permitida se respete y proteja de manera sostenible los recursos marinos y el impulso económico de los pescadores (Salas, Salazar & Arias, 2012).
Otro proyecto que se ha creado en la Isla, es el de Turismo Rural de la Asociación de Pescadores  Cuerderos de Palito de Chira (Asopecupachi), creada en 2003 para proteger los arrecifes de la comunidad de Palito, en Isla Chira. Las capacitaciones para estos individuos van desde enseñarles a proteger el medio ambiente, asimismo interpretar senderos e instruirse como guías y compartir sus mitos, costumbres y su gastronomía con los turistas que visitan el lugar.
De manera de conclusión, la Isla Chira es un atractivo costarricense que sufre los problemas ambientales similares a otras zonas, por la sobre explotación, la ganadería extensiva, y el inadecuado tratamiento de residuos sólidos, por esta razón, es crucial brindar apoyo a la Isla. Además, se asienta una población que ha sido víctima de la centralización que sufre el país, obligándoles a crear maneras de subsistencia que deterioran el ambiente, asimismo las instituciones públicas de Costa Rica, ha sido de gran influencia para investigaciones sociodemográficas.  



Bibliografía.

Alfaro, Anastacio (s/f). La cerámica de Chira. Revista de Costa Rica. Pp254-256. Recuperado de: http://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/articulos/Alfaro%20Anastasio/Arqueologia%20antropologia%20historia/La%20ceramica%20de%20Chira.pdf

Community Action Global Impact (s/f). COS/05/43. Damas de Chira. Consolidación del turismo rural comunitario en la Isla de Chira. Recuperado de: https://sgp.undp.org/index.php?option=com_sgpprojects&view=projectdetail&id=9476&Itemid=205

Mata, Tous (2002). La conquista de la Gran Nicoya. Recuperado de: http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/701/TOUS_B.pdf?sequence=4

Morales, Z., Félix & Chaves, B., Karla. (2012). APORTE DE LOS PROCESOS PARTICIPATIVOS EN EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL: CASO DEL PLAN REGULADOR COSTERO DE ISLA CHIRA Y LA ZONIFICACIÓN FINAL PROPUESTA. Rev. Reflexiones/Jornadas de Investigación Interdisciplinaria: 285-296. Recuperado de: https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=2&cad=rja&uact=8&ved=0CCUQFjAB&url=http%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F4796674.pdf&ei=yn9-VPOkLIHRgwTMuoTIDg&usg=AFQjCNGX-sEurUenjpcefpSfckoljj4c6w&sig2=yVUBBwdOtYh_c7Qz_3-0lg

Puntarenas Monteverde2. (2007, 14 de mayo) Puntarenas, islas del Golfo, y Monteverde. pp73-90. Recuperado de: http://www.canturural.org/jos/docs/73-90-puntarenas-monteverde2.pdf

Salas, E.; E. Ross Salazar & A. Arias (Eds.). 2012. Diagnóstico de áreas marinas protegidas y áreas marinas para la pesca responsable en el Pacífico costarricense. Fundación MarViva. San José, Costa Rica. 174 pp.

             

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